Carlos Ruiz se desempeñó como Jefe de Operaciones del CASLEO, con lealtad y amor incondicionales por esta Institución durante más de diez años. Desde ese lugar clave, organizaba con eficiencia toda la operación del Complejo, desde los viajes en los vehículos oficiales hasta el trabajo del personal de cocina y hotelería en El Leoncito. Referente indiscutido, a fuerza de coherencia, buen criterio y decisión, supo ganarse el respeto y el afecto de sus pares, personal a cargo, y autoridades.
Dejó su puesto de trabajo sólo cuando la enfermedad ya no le permitió seguir con el empuje y la dedicación que siempre lo caracterizaron.
Sus cenizas descansarán en su querido Jáchal, y su impronta estará siempre presente en la memoria de todas las personas que tuvimos el privilegio de compartir con él la aventura de hacer funcionar al CASLEO cada día y cada noche.
Gracias por todo Carlos, un abrazo, y hasta siempre.
Carlos Ruiz (segundo desde la derecha) en El Leoncito, junto a compañeros/as de Operaciones y Administración.